Hay algunos temas que prevalecen en muchos estudios sobre
el desarrollo en la infancia temprana y que investigan cómo los niños aprenden
sobre ellos mismos y su relación con el medio ambiente. Algunos de éstos
indican que el aprendizaje en la infancia temprana se efectúa primordialmente a
través del uso de todo el cuerpo en una modalidad de verdaderamente explorar el
mundo “con sus propias manos”.
Los dramáticos cambios en el control del movimiento con
un propósito, comenzando desde la relativa inmovilidad de un recién nacido
hasta gatear, agarrarse, caminar y correr en un bebé más grandecito, ilustran
la importancia primordial de dar a los niños amplia posibilidad de mover sus
cuerpos en el espacio. El desarrollo intelectual (y algunos optometristas
pueden incluir desarrollo visual) tiene sus bases en las experiencias de
infancia que combinan relaciones emocionales saludables, mucho contacto humano,
relación física con el mundo real y el uso de la creatividad y la imaginación
durante el juego.
Getman propuso una “jerarquía visual-motriz”
para posteriormente elaborar el desarrollo visual desde la base de su relación
con el movimiento. Postuló que, en esta relación, el comportamiento motriz en
la infancia temprana, es el método principal del niño para tratar con el mundo
exterior (etapa motriz). En una segunda etapa la visión queda sujeta a la
dirección de lo motriz (motriz- visual) y aún después, esta relación se
revierte (visual-motriz).
En la última etapa la visión se vuelve
dominante y los comportamientos motrices actúan bajo la dirección de la visión
(visual). Así, de acuerdo a este modelo, un niño aprende sobre su mundo
inicialmente usando sus manos como la principal herramienta de investigación
para la exploración espacial. Con el tiempo, manos y ojos comienzan a trabajar
en equipo con los movimientos de la mano conduciendo a los del ojo. Finalmente,
el movimiento a través del espacio lleva a la exploración de la visión;
eventualmente, los ojos empiezan a conducir a las manos
.
A medida que el pequeño va madurando, las
acciones van progresivamente haciéndose más basadas en lo visual y menos en lo
motriz. Las oportunidades de aprendizaje se tornan dominadas cada vez más por
lo visual, mientras que el movimiento y la integración motriz, se hacen menos
necesarios. La última etapa de desarrollo en este modelo es la visualización,
la habilidad de usar imágenes puramente visuales, sin la necesidad de refuerzo
motriz. Sin embargo, y de modo muy interesante, la más alta habilidad de
desenvolvimiento de visualización ayuda a iniciar respuestas motrices, si lo
que uno está visualizando es una acción de movimiento, como deportes. Así, la
visualización mantiene un vínculo primordial con el movimiento.
Referencia: Edward C. Godnig O.D., Los niños y las computadoras: el impacto en el aprendizaje y el desarrollo visual; Imagen Óptica Vol 24, 2013; http://www.imagenoptica.com.mx/pdf/revista24/04.pdf
Publicado por: Cuevas Edsel
Gpo. 3TV51
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